13 de abril de 2009

Aca estamos, siete dias y siete noches de intentos vacíos, son rituales habituales pero no volverán a funcionar esta vez. Vamos al punto de no regreso y a lo largo del camino lo único que aprendimos es como herirnos mutuamente. Miro hacia atrás y me pregunto porque tomo tanto tiempo darse cuenta que nada ha cambiado, nunca cambiarán todos estos años de quedarse quieta. Y todavia estamos en todo este dolor y nada lo hará irse. No quiero esperar otro minuto, sacame de esta miseria, no puedo leer tu mente, nene tu no estas en ella y ya no somos lo que soláamos ser. No tienes porque mentirme si sólo quieres dejarme ir. Y no quiero esperar otro minuto para oír algo que ya se.

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